Historia - Comandos Azules - Millonarios
Historia de la barra brava Comandos Azules y hinchada del club de fútbol Millonarios de Colombia
Y fue un domingo que comenzó la historia de Los Comandos Azules de Millonarios. No podría haber sido otro el día, un domingo de fútbol como tendrían que ser todos los domingos, día especial este ultimo día de la semana, antesala del tedioso lunes; veinticuatro horas para vivir, sufrir, llorar y soñar, transpirando la esencia misma de la vida plasmada en el fútbol.
El sol de la media tarde empezaba su declive sobre el kiosquito del parque Galerías, horas antes, ciento cincuenta hinchas de millonarios, desplegaban una bandera a tres bandas azul-blanco-azul, treinta metros de largo por dos con veinte de ancho y millones de esperanzas para un solo "trapo", el honor y los sueños plasmados en unos cuantos caracteres. Una a una las letras COMANDOS AZULES # 13 aparecían acrecentando el sueño, el honor y la grandeza de un grupo que dispuesto a hacer historia y a romper la tradición inicio su marcha caminando codo a codo, dispuestos a realizar su sueño, unos de esos pocos que se atreven a ver la luz quizás sea el único que he visto en mi vida.
Desfilaron por la calle 54, cruzaron la carrera 24, entraron a la veredita que da con la tribuna oriental-general (huésped del nacimiento en el año de 1993), tal vez mi memoria no recuerde con exactitud las fechas exactas, los días, las horas y los instantes de gloria infinita que comenzamos a vivir allí, desde que ese sueño de lateral norte era solo eso, un sueño. Han trascurrido casi siete años desde que un grupo de muchachos que en su mayoría pertenecían a la barra del "Búfalo", conformaran y estructuraran lo que hoy es el honor y orgullo de la hinchada azul, los perennes e inmortales C.A.#13, ellos exhortaron a muchos otros a llenar el Campin de papelito, humo y el infaltable grito para acompañar y hacerse parte de la fiesta que da el fútbol y MILLONARIOS, (pero esa es otra historia) caminando ayudados por el aplauso y el aliento se postraron ante la puerta numero 19 de acceso de la tribuna LATERAL NORTE, subieron una a una las gradas de entrada de acceso del vomitorio central; el delirio fue completo, camisetas y banderas en un maremognum de color y sentimiento, cuando se paro la bandera en la barda frontal tras tiras bicolor, los muchachos salieron desde lo alto de la tribuna y se enterraron en la alambrada, ese que nos separa y nos une, a la vez, el sitio quedo conquistado y colonizado para siempre. Sabíamos que estábamos allí y no había vuelta atrás, dueños, amos y señores de la tribuna norte.
Han pasado tres años y algunos días de eso, la barra que se hizo BANDA PINTO LA PASION Y LA TRIBUNA DE AZUL Y BLANCO, se transformo en el fenómeno social y deportivo de la década y del medio siglo del fubol de nuestro país, odiados e incomprendidos.
Hoy en día COMANDOS AZULES # 13 cuenta con un promedio de asistencia insuperable para cualquier barra a nivel nacional y comparable con cualquiera de las del continente de 4500 personas en partidos B y de 15000 en partidos A, a tamaña convocatoria y por motivos de seguridad también se opto por tomar la Tribuna Sur dada la cantidad de personas asistentes a la NORTE, el fenómeno social es un hecho en nuestra hinchada.
Comando Azules ha roto inclusive sus propias reglas, en pos de cumplir sus objetivos: llenar de pasión, fervor, y banderas una tribuna con solo gente nuestra, nuestras siglas han sido escritas en banderas, camisetas, periódicos, volantes, revistas y paredes, en muchos estadios nuestras banderas y nuestros gritos siguen vitoreando en las buenas y en las malas al Millos del alma, por eso esta historia tiene un principio pero todos juntos haremos que esta cultura jamás desaparezca y así mismo que a esta historia se le añadan muchos mas instantes y épocas gloriosas de nuestra gente, que las nubes de papel y humo caigan sobre la cancha como nexo y expansión que se queden revoloteando en el ambiente, los coros y cánticos de pasión amor y odio que los COMANDOS AZULES impusieron a la LATERAL NORTE, seguro los vamos a heredar a los nuestros y ellos a su vez a los suyos, así será una historia que jamás se terminara de escribir.