Historia - La Escolta - Libertad

Historia de la barra brava La Escolta y hinchada del club de fútbol Libertad de Paraguay

La parcialidad Liberteña se ha caracterizado a través del tiempo por ser una hinchada muy unida. Siendo conocida por sus mismos integrantes como una familia grande, con muchas peculiaridades y todas vinculadas a la entidad de Tuyucua.

Cuenta la leyenda que el club recibió el mote de “Gumarello” por la identificación que lograron dos hinchas de la época, provenientes de familias italianas, quienes acompañaban al equipo con gran entusiasmo en cada una de sus presentaciones. Ellos fueron Angelo Gumaressi y Luigi Nuzzarello. Otro nombre preponderante en esta historia es el de Don Ruggilo quien tuvo la posta por varios años. Pero claro, en aquella época todavía no existían las barras, solo un grupo de hinchas fanáticos que llevaban banderas, entre medios de bromas y cervezas alentaban a Libertad en las viejas gradas de tablón. Años después se formaría el primer comité de hinchas liberteños, denominado “Union y Fuerza” ya teniendo como principales referentes a los miembros de la familia Olitte.

Entrado los años 80 la barra de Libertad recibe una donación importante de bombos de distintos tamaños, regalo hecho por una familia muy identificada con el Club Libertad, hoy en día toda esa familia y sus nuevos integrantes siguen asistiendo fielmente a los partidos.

Otro de los personajes particulares y reconocidos que hizo historia dentro de la hinchada es el Señor Emilio Olitte, quien acostumbraba hacer sus entradas magistrales antes de los partidos completamente vestido con los colores del club y con una canasta repleta de repollos que acostumbraba arrojar hacia la parcialidad liberteña. Claro ejemplo de la pasión desmedida que se siente por este club.

A mediados de los años 90 la hinchada liberteña comienza a tener sus primeros grupos organizados, distribuidos por comités pero pronto llegaron los años más duros de la historia gumarela, concretándose el descenso del club por primera vez en la historia a una categoría inferior.

Pero contra todo pronóstico, fueron esos años más sufridos los que lograron la consolidación de la hinchada, formándose así los primeros 4 grupos: La Barra Uvita, Los Guma Stones y la de los barrios Herrera y Limpio. De ahí la diferencia de esta hinchada con las demás, que no se guía por los triunfos sino por el amor por esta camiseta.

Con el correr de los años la hinchada fue creciendo y se vio en la necesidad de encontrar un nombre que simplifique e identifique a los hinchas del club, luego de un partido celebrado en la huerta y en medio del festejo se optó entre los máximos referentes de la barra organizada a darse a conocer con el nombre de “La Escolta” pero manteniendo siempre la misma premisa: alentar en las buenas, y en las malas.

En la actualidad "La Escolta" mantiene rivalidades con las hinchadas de Olimpia, Cerro Porteño y Guaraní.